elaborado por: COLORADO CCOYLLO, Alberto
Había
llegado la primavera. El bosque estaba muy lindo. Los animalitos despertaban
del largo invierno y esperaban todos un feliz acontecimiento.
- ¡Ha nacido el cervatillo! ¡El príncipe del bosque ha nacido! -anunciaba
Tambor el conejito, mientras corría de un lado a otro.
Todos los animalitos fueron a visitar al pequeño ciervo, a quien su mamá puso
el nombre de Bambi. El cervatillo se estiró e intentó levantarse. Sus patas
largas y delgadas le hicieron caer una y otra vez. Finalmente, consiguió
mantenerse en pie.
Tambor se convirtió en un maestro para el pequeño. Con él aprendió muchas cosas
mientras jugaban en el bosque.
Pasó el verano y llegó el tan temido invierto. Al despertar una mañana, Bambi
descubrió que todo el bosque estaba cubierto de nieve. Era muy divertido tratar
de andar sobre ella. Pero también descubrió que el invierno era muy triste,
pues apenas había comida.
Cierto día vio cómo corría un grupo de ciervos mayores. Se quedó admirado al
ver al que iba delante de todos. Era más grande y fuerte que los demás. Era el
Gran Príncipe del Bosque.
Aquel día la mamá de Bambi se mostraba inquieta. Olfateaba el ambiente tratando
de descubrir qué ocurría. De pronto, oyó un disparo y dijo a Bambi que corriera
sin parar. Bambi corrió y corrió hasta lo más espeso del bosque. Cuando se
volvió para buscar a su mamá vio que ya no venía. El pobre Bambi lloró
mucho.
- Debes ser valiente porque tu mamá no volverá. Vamos, sígueme -le dijo el Gran
Príncipe del Bosque.
Bambi había crecido mucho cuando llegó la primavera. Cierto día, mientras bebía
agua en el estanque, vio reflejada en el agua una cierva detrás de él. Era
bella y ágil y pronto se hicieron amigos.
Una mañana, Bambi se despertó asustado. Desde lo alto de la montaña vio un campamento
de cazadores. Corrió hacia allá y encontró a su amiga rodeada de perros. Bambi
le ayudó a escapar y ya no se separaron más. Cuando llegó la primavera, Falina,
que así se llamaba la cierva, tuvo dos crías. Eran los hijos de Bambi que, con
el tiempo, llegó a ser el Gran Príncipe del Bosque.
moralejas:
- -Si por el bosque has de pasear, no hagas a los animales ninguna maldad.
- -Obedecer a tus padres o autoridades.
- -No confiar en cualquier persona sin antes conocerla.
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